Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

lunes, 3 de febrero de 2014

Piedras

Estrellar una piedra en tu cabeza no te curará, nunca lo hace. Aunque a veces insistas. Además, cuando alguien tira una piedra contra una nube simplemente esta la atraviesa y cae del otro lado. No hay manera de dañar a una nube. No sirve de nada insistir. ¿Que como lo sé? Porque las piedras que (me) tiré siempre me atravesaron. Y aun así, cuando insisto (porque también lo hago), siempre sale la nube que soy a recordarme que soy nube.

 

 

1 comentario:

  1. ..y como nube que eres, viajas a través de muchos escenarios..
    Buena andadura ;)

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