Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

lunes, 17 de febrero de 2014

Me entero de que la diferencia

Me entero de que la diferencia entre que el sol gire alrededor de la tierra
o que la tierra gire alrededor del sol
es una simple cuestión de elegancia
en el que mira, en el que calcula.
Entonces, cuando el que ora va a la montaña
con este acto hace que la montaña vaya a él.
Son los que no creen, con sus objeciones,
los que han perfeccionado la idea de Dios.
Así tus dudas sobre lo que siento por ti:
cuando tu cuerpo acaricia mi mano
también mi mano acaricia tu cuerpo.
Dicho esto, me aplico a organizar
esto que llamo sueños, a clasificarlos,
no sea que se confundan con mis recuerdos.
¿Mi mano? ¿Tu cuerpo?
Quién puede poner algún orden
en este enredo de locos.

 

 

Samuel Jaramillo.





 

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