Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

sábado, 31 de mayo de 2014

Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito

Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.

Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
-en mi vida-
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.

Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.

Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.

Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.

Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.

Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.

Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.




 Elvira Sastre








miércoles, 28 de mayo de 2014

Y aún así... yo me levanto

Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo... me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa...
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así... yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.



Maya Angelou 









martes, 27 de mayo de 2014

En ocasiones

En ocasiones es tanto

el deseo del otro

que he llegado a preguntarme

cómo es que la propia piel

no se nos desnuda.

 

Verónica Hermida Longa.

















domingo, 25 de mayo de 2014

La revuelta postmoderna

Si quieres salir en la televisión

quema un coche, pásalo.
Todos quieren quemar un coche pero nadie piensa en tomar La Bastilla, rompen teléfonos públicos pero a nadie se le ocurre arrojar su móvil contra las cristaleras de las franquicias de ropa de marca.

 
Dicen que su ley es la de la selva -¡muerte a los maricones!-, hay que ser machos y violentos y sólo por eso humillan, violan o queman a las musulmanas que no quieren ocultar su feminidad.

 
Hay que ser machos, violentos y estúpidos, así que cuando sus hermanas obtienen mejores resultados escolares que ellos son sacadas de la escuela para no avergonzarlos.

 
Dicen que su ley es la de la selva, pero es la misma ley que la que enseñan en las escuelas internacionales de altos estudios económicos, sólo que cuando llegaron ellos únicamente quedaban en el reparto papeles de figurantes: macarras, porteadores, mirones y víctimas; la peor parte de la vieja película de la selva del Capital: desempleo, segregación, discriminación laboral, racismo y brutalidad policial.

 
Los buenos estudiantes están en el paro, asqueados, viviendo con sus padres, los camellos tienen buena ropa, buenos coches y ya se han marchado de casa. Los que se hicieron mujaidines perdieron la cabeza y después aparecieron muertos en Afganistán.

 
¿A quién vamos a imitar?
No queremos depender de nadie. No queremos un jefe que nos dirija y nos dé órdenes. No queremos trabajar en las fábricas. No queremos ir a la formación profesional. No queremos rebajarnos a ser simples obreros.
Queremos ropa de marca. Queremos zapatillas Adidas. Queremos ser jefes.
No queremos estar debajo pero somos negros

y árabes, somos gente destruidadispuesta a devolver el golpe.
 
Velado antes de negro, de gris o de azul, míralo ahora, aquí, también en verde, dependiendo del tiempo histórico y los lugares cambia de color y de forma, llámalo, si te sirve, integrismo,
deja que levanten banlieus, Sarcelles, Clichy-sous-Bois, Villiers-le-Bel, barrios marginales en medio de la nada, suburbios sin agua, servicios ni equipamientos y ya tienes un depósito de bombas humanas tarde o temprano estallarán,llámalos, si te sirve, terroristas.



Antonio Orihuela.




sábado, 24 de mayo de 2014

Las ánimas de la muerte

Vengan los buenos pensamientos

Los dulces y los limpios

Para que yo no me sienta

Tan asustada y sola.

 

Tove Ditlevsen.





miércoles, 21 de mayo de 2014

No me canso



Si alguna vez la vida te maltrata, acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte. 


Luis García Montero.


 


martes, 20 de mayo de 2014

domingo, 18 de mayo de 2014

Domingo

 


En un domingo sin frío ni calor en el que el silencio no calma, me paro un rato y entre trago y trago muerdo el hielo del vaso para que me duelan las cejas y no lo demás. Y aunque no hay bailes en la cocina si que invoco a Van Morrison, porque una vez me dijeron que los aperitivos del septimo día sin él no pueden sentar bien.

El Lu














viernes, 16 de mayo de 2014

Los monstruos nunca mueren

Los monstruos nunca mueren.
Si crees que retroceden, si parece
que han olvidado el rastro de tus días,
tus lugares sagrados, tus rutinas,
el bosque inabarcable de tus sueños;
si sonríes porque ya no recuerdas
la última noche en que te atormentaron,
ten por seguro que darán contigo.

Y entonces pisarán donde tú ya has pisado,
incendiarán tu bosque, tendrás cita
con ellos en su cama, jugarán con tus cartas,
beberás de su copa
y soñarán por ti castigos impensables.

Los monstruos nunca mueren.
Viajan dentro de ti, regresan siempre.
Son los pasos que escuchas
en el destartalado desván de la conciencia,
el ruido del somier de dos que follan
en el cuarto contiguo en que no hay nadie.

Los monstruos son las sombras chinescas que proyecta un insomne demonio en la pared,
o el salvaje aleteo de un pájaro invisible
en un cofre cerrado; la llamada
en mitad de la noche, sin respuesta,
y es la respiración del monstruo
la que está al otro lado, jadeando.
Son el centro de un ojo que no puede dormir,
porque no tiene párpado.

Pasa el tiempo, se pierde,
la memoria se pudre,
desolladero abajo de nosotros.
El amor se consume por obra de su fuego.
Los secretos terminan traicionándose,
cede la fiebre, el sol declina,
se nos muere la dicha del que fuimos,
el que somos se muere sin saberlo.
Pero los monstruos no.
Los monstruos nunca mueren.




Carlos Marzal.











miércoles, 14 de mayo de 2014

Ella es, por eso estoy

Amo ese péndulo entre la mujer huracán
que escandaliza portales
y la que se sonroja si le dices que es más

bonita que la noche.
Su trazado en semicírculo marca el ritmo

de mis deseos como versos,
mis erecciones a deshora, y niega el breve tiempo de los mortales.

Ella no sabe que brilla más que cualquier estrella de neón o gelatina,
que sus gemidos amenazan mi timón como un orfeón de sirenas,
que por verla feliz me marcharía, y para hacerla feliz, permanezco.
Que celebro su existencia como la de la luna, cuando la luna me mira.

Guarda en su cuello el secreto de las noches que se doblan como espigas
En los pechos, las joyas  gemelas de la

corona de la más plebeya dinastía.
Tiene talle de princesa, bebe como un marino ruso, y ama como la  vida.

Ella va a incendiar su mundo, sin querer, un martes a mediodía, porque está hecha de un fuego que la asusta y la encandila.
Y yo estaré cerca, para encenderle con besos las cerillas.

A veces siento la sucia tentación

de enjaular sus maravillas.
Pero aunque pudiera , no lo haría:
ella es libre, feliz,
y un poco mía.

Ella sólo le tiene miedo al miedo, y hasta el miedo la amaría.

 
Carlos Salem.







lunes, 12 de mayo de 2014

En la frente besar-penas borrar

En la frente besar -penas borrar.
Beso la frente.

En los ojos besar, -el insomnio quitar.
Beso los ojos.

En los labios besar  -dar de beber.
Beso los labios.

En la frente besar  -la memoria borrar.
Beso la frente.

 

 

 Marina Tsvetáieva.

 

 

 

 

 

 

 

 




domingo, 11 de mayo de 2014

Negra como la bandera de la anarquía

¡Desengánchese
por fin de ese
color, señora!
dijo la doctora, mientras
trataba mi urticaria,
y me miraba
con cara severa
de abajo arriba,
hasta el par de ojos
ennegrecidos.




Friederike Mayröcker.







sábado, 10 de mayo de 2014

El amor

Como el viento que encuentra
una rendija
y se cuela en la habitación
y lo desordena todo
libros,
facturas,
poemas...
así llega en la vida el amor.
Nada es igual a partir de entonces,
ese caos es la felicidad.
Pero un día habrá que recoger.
Suerte si no te toca a ti.

 

Karmelo C. Iribarren. 








 

viernes, 9 de mayo de 2014

Contrarios que no se tocan

Yo estoy del lado de la niebla.
En primer lugar porque cae,
que es menos pretencioso que elevarse.
También porque hace magia de fiesta de niños:
pone el pañuelo, oculta las cosas un momento
y las deja luego como estaban.
Hace que los campos más comunes
se conviertan en bosques artúricos
y que se pueda escribir en la ventana con el dedo.
Es sencilla y no sirve para nada.
Se da cuenta y se marcha por sí misma.
Yo estoy del lado de la niebla
pero siempre han ganado los adoradores del humo.



Luis Arturo Guichard.







miércoles, 7 de mayo de 2014

Refugio

Tu cuerpo es un refugio. Caen bombas afuera,
llueven grillos, ríen todas las brujas de los cuentos infantiles, pero yo estoy a salvo.
Abro el vino y pongo esa canción que te entristece las pestañas.
Un saxo acariciado de manera sutil: el paraíso.
Afuera hay una guerra. Que se maten.
Hay una dignidad oscura en esta  decadencia calmada, en este ejemplo elevado de civilización.
Consiste en mirar, entre curioso y distraído,
cómo se derrumban los ideales en que alguna vez creíste, cómo ceden las defensas
frente al empuje de los bárbaros,
el modo en que las cosas se acomodan
a su insignificancia.
Nada importa más que tu cuerpo en esta habitación. Vuelve a la cama, olvida lo de afuera.
Reforcé puertas y ventanas, nadie va a molestarnos. Cuando nos encuentren, seremos un vestigio
de la forma más distinguida de habitar el mundo.
Dirán que fuimos santos o lunáticos.
Y estarán en lo cierto, no lo dudes.



Javier Cánaves.






 

martes, 6 de mayo de 2014

Castigada, no habrán flores

Te matas y matas, a la vez, a quien te ama.
Detienes el tiempo.
Ese tiempo que es de todos,
que te quede claro que no era sólo tuyo.


 El Lu
 








lunes, 5 de mayo de 2014

Poesía Vertical 24

Darlo todo por perdido.
Allí comienza lo abierto.

Entonces cualquier paso
puede ser el primero.
O cualquier gesto logra
sumar todos los gestos.
Darlo todo por perdido
Dejar que se abran solas
las puertas que faltan.
O mejor:
dejar que no se abran.



Roberto Juarroz.





 

domingo, 4 de mayo de 2014

La autopista

Ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte,
y será la primera
y última vez que lo haga,
por qué llevo el pelo largo.

Llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron,
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense,
llevaban el pelo corto
o muy corto.
Llevo el pelo largo
porque el ejército franquista,
en la corrala de la casa en la que nací,
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia,
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos,
y los soldados que le raparon la cabeza,
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco,
llevaban el pelo corto
o muy corto.

Llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de Mauthausena,
los deportados españoles,
como Ramiro Santisteban,
el superviviente octogenario que me lo contó,
a los deportados españoles
una vez a la semana, los sábados,
les hacían lo que entre ellos se conocía
como La Autopista,
esto es,
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atras.

La autopista.
Y más adelante,
cuando Hitler estaba perdiendo la guerra,
con ese pelo se forraban las botas

de los soldados alemanes.
Con ese pelo.
Y todos esos soldados alemanes,
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista,
juntos con sus respectivos mandos superiores,
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza,
y junto con el resto del pueblo alemán,
llevaban el pelo corto
o muy corto.

Llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo,
la galería de los menores,
los que mandaban en ella, los kíes,
en cierta ocasión me dijeron:
o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros,
y encendieron sus mecheros
y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones,
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese,
llevaban el pelo corto
o muy corto. 

Llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo,
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años de los que tengo. 

Así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo,
mejor te callabas la puta boca, eh,
y te dejabas
crecer el tuyo.




David González.




viernes, 2 de mayo de 2014

Blade Runner

La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo. Y tú has brillado con muchísima intensidad, Roy.

 

 

 

 

jueves, 1 de mayo de 2014

Recuérdame

Recuérdame que te arrope los pies,
que te compre naranjas
y te achique el agua
que te ahogue con besos y pan,
que te prepare pasta,
te queme el horno,
te pele la fruta,
te encienda el gas,
que llene las copas de agua de vino de ron.
Que no se te olvide que mi pie vive rozando tu pie,
que los lunares de tu espalda no me dejan pegar ojo.
Recuérdame así que te haga perder los estribos
y pierdas también la armonía,
y alcance tu tecla de jazz.
Recuérdame rocío que ponga al sol la mañana.
Que se limpie tu vientre de los pozales de la noche,
que te bese los labios
y te prepare el café
que te dé los buenos días.

 

Óscar Aguado.