Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Cáncer


Me lo dijo Echenique desde el otro lado del charco:

el cáncer no es más que un signo del zodiaco.

Y pensé yo, desde el otro lado de la pantalla,

que menudo signo más hijo de puta.

 

El Lu




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