Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

martes, 21 de enero de 2014

Siempre con los colores a cuestas

No olvido cuando rojos y negros
Corríamos delante de los grises
Poniéndoles verdes.
Cuando rojos y verdes
Temblábamos bajo los azules (de camisa)
Bordada en rojo ayer.
Asco color marrón
Que siempre huele a pólvora.
Páginas amarillas leo hoy
Para encontrar a un fontanero
Que no me clave.
Siempre con los colores a cuestas.
Siempre con los colores en la cara
Por la vergüenza de ser honesta.
Siempre con los colores en danza.
Azul contra rojo
Negro contra marrón
Como si uno fuera Dalí o Miró.


Gloria Fuertes




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