No supiste, o no quisiste, o no se puede
Lo que leo, lo que veo, lo que creo, lo que digo, lo que siento...
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
martes, 21 de enero de 2014
No hay salida
No hay salida
me estoy acostumbrando a tu saliva.
Gloria Fuertes.
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