En aquella ocasión me dieron un cubo.
Un enorme cubo de basura
con dos grandes ruedas negras
y una pesada escoba
con el palo de madera
embriagado de astillas.
Me dijeron
que tenía que recoger
toda la mierda
que vieran mis putos ojos
y que ni las piara
que no me comportara como una maricona
ya que solo querían ver
el puto contenedor lleno de basura;
de toda la basura que vieran
esos putos ojos míos.
Recuerdo que las manos me sangraban.
Recuerdo la angustia
al ver que se me echaba el tiempo encima
y toda la mugre
todavía andaba suelta
por las dependencias oficiales.
Seguramente estaría arrestado.
Recuerdo
que las astillas de madera
estaban clavadas muy hondo
y considero
que aún hoy
no hay manera de sacarlas.
Ángel González.
recoger mierda es una tarea durísima, no hay duda, especialmente cuando ya estás con la mierda al cuello.
ResponderEliminarPero bueno, por qué el comentario se encontraba en spam?!, ahora me lo he visto y por casualidad. Y estoy de acuerdo con lo que dices, claro que si
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