Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

viernes, 4 de abril de 2014

Solamente para ti



 

Brilla una luz en la noche,

y solamente brilla por mí.

Y si la soplo arden llamaradas,

y sólo arden por mí.

Pero si respiras con calma y silenciosamente,

la luz, repentinamente es más brillante.

Y se enciende en mi propio pecho.

Sólo para ti.




Tove Ditlevsen.









  

2 comentarios:

  1. qué maravillosa versión (mucho mejor que la de duncan dhu), perfecta para ese brillo tenue, que sin apabullar, casi sin darnos cuenta, quema

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