Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

martes, 15 de abril de 2014

No creo en la vía pacífica

No creo en la vía violenta.
Me gustaría creer
en algo, pero no creo.
Creer es creer en Dios.
Lo único que yo hago
es encogerme de hombros.
Perdónenme la franqueza,
no creo ni en la Vía Láctea.




 Nicanor Parra.





4 comentarios:

  1. es que "hay que creer en algo", no? los creyentes siempre arguyen lo mismo.

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  2. El otro dia leí a una que definia la Via Láctea como una salmandra tatuada en el pulmón del cielo.En cambio,yo la definiría como un bebé pegado a la teta de su madre.Allá cada cuál como ve a sus fuentes de alimentación y de subsistencia...pero en la Via Láctea si hay que creer...:).

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    Respuestas
    1. Vale, creo en la Vía Láctea que alimenta niños :)

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