llueven grillos, ríen todas las brujas de los cuentos infantiles, pero yo estoy a salvo.
Abro el vino y pongo esa canción que te entristece las pestañas.
Un saxo acariciado de manera sutil: el paraíso.
Afuera hay una guerra. Que se maten.
Hay una dignidad oscura en esta decadencia calmada, en este ejemplo elevado de civilización.
Consiste en mirar, entre curioso y distraído,
cómo se derrumban los ideales en que alguna vez creíste, cómo ceden las defensas
frente al empuje de los bárbaros,
el modo en que las cosas se acomodan
a su insignificancia.
Nada importa más que tu cuerpo en esta habitación. Vuelve a la cama, olvida lo de afuera.
Reforcé puertas y ventanas, nadie va a molestarnos. Cuando nos encuentren, seremos un vestigio
de la forma más distinguida de habitar el mundo.
Dirán que fuimos santos o lunáticos.
Y estarán en lo cierto, no lo dudes.
Javier Cánaves.
precioso solipsismo compartido, nada existe fuera de ti y de mi
ResponderEliminarBrindo por eso, y por las canciones que nos entristecen las pestañas
EliminarSantos o lunáticos,me parece una gran sublevación de las pasiones,lo que llaman sedición.Así que apuesto el pasamontañas a que ,en cuanto los aborrecibles poderes del mundo nacional descubran el “zulo”,serán condenados por un grave delito de terrorismo anacoreta aka "amacorETA”,valens?....
ResponderEliminarNo es un zulo, creo que es más un refugio cómodo y seguro. Y esperemos que no los descubran, no seamos agoreros
ResponderEliminarperdón,me perdieron los pasamontañas de la afoto..
EliminarSi la capucha nos iguala en la lucha, esos pasamontañas nos dejan pensando, a cada uno, en las historias que viviríamos llenas de hazañas (o en las musarañas). Besos
Eliminar:).. si me pongo la capucha suelto paparruchas...gracias por la paciencia.Besos!
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