que escandaliza portales
y la que se sonroja si le dices que es más
bonita que la noche.
Su trazado en semicírculo marca el ritmo
de mis deseos como versos,
mis erecciones a deshora, y niega el breve tiempo de los mortales.
Ella no sabe que brilla más que cualquier estrella de neón o gelatina,
que sus gemidos amenazan mi timón como un orfeón de sirenas,
que por verla feliz me marcharía, y para hacerla feliz, permanezco.
Que celebro su existencia como la de la luna, cuando la luna me mira.
Guarda en su cuello el secreto de las noches que se doblan como espigas
En los pechos, las joyas gemelas de la
corona de la más plebeya dinastía.
Tiene talle de princesa, bebe como un marino ruso, y ama como la vida.
Ella va a incendiar su mundo, sin querer, un martes a mediodía, porque está hecha de un fuego que la asusta y la encandila.
Y yo estaré cerca, para encenderle con besos las cerillas.
A veces siento la sucia tentación
de enjaular sus maravillas.
Pero aunque pudiera , no lo haría:
ella es libre, feliz,
y un poco mía.
Ella sólo le tiene miedo al miedo, y hasta el miedo la amaría.
Carlos Salem.
Eso es amor, me ha encantado, la foto me recuerda una asignatura pendiente, aprender a patinar :D besos
ResponderEliminarLo creas o no también es una de mis asignaturas pendientes. Incluso me compré los patines, unos iguales a esos. Besicos
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