Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

miércoles, 21 de mayo de 2014

No me canso



Si alguna vez la vida te maltrata, acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte. 


Luis García Montero.


 


2 comentarios:

  1. qué maravilla poder contar con una incondicionalidad así, verdad?

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  2. Una maravilla y una suerte, creo yo que tiene que ser eso

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