Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

martes, 7 de octubre de 2014

Parte médico

Dice el doctor
Que podría quedar ciego
Que hay un monstruo
Que podría instalarse en mi cerebro
Y tendríamos que sacarlo de allí
A punta de patadas.
Yo pienso en cosas vanas
A saber
Quien vendrá a leerme
Versos tristes.
Quien va arrullar al
Monstruo
Con canciones
Antiguas
Cantadas al borde
De mi cama.




Felipe Granados









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