Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

viernes, 4 de julio de 2014

Hay

Hay

palabras de plástico

sentimientos de plástico

y caras de plástico, te dije

el día que hablamos de Jude Law.

Y tú,

con las manos llenas de tierra,

me enseñaste que por dentro

somos sucios

y hermosos.

 

 

 Sofía Castañón.




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