Hay un instante que sucede al cruce de miradas
en el que puede acontecer cualquier cosa.
Podemos comenzar una guerra,
disparar reproches con metralleta
y adornar el suelo con cadáveres,
o podemos colocarnos flores en el pelo
y bordar el símbolo de la paz
en suave tela de algodón ecológico.
Nunca se sabe, todo puede pasar.
Y hoy sucede que hemos elegido
respirarnos al oído,
encontrarnos con las bocas abiertas
y los brazos en cruz
para limpiarnos después,
ya satisfechos y renacidos,
nuestro sudor dulce de vainilla
con un trapito blanco bordado.
El Lu.
me ha encantado, mucho, buscaba la firma final, para ver quién era el/la poeta y seguirle la pista, y bueno... ya te sigo la pista! :)
ResponderEliminarBueno, bueno. La No poeta te manda besos :)
EliminarUn placer leerte, El Lu
ResponderEliminarUn beso.
María, placer es llenarse los ojos con tus imágenes. Besos
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