Lo que leo, lo que veo, lo que creo, lo que digo, lo que siento...
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
martes, 28 de julio de 2015
Me caigo en mis muertos
Ando con paso suave y medido, no aparto la vista del suelo, sigo obediente todas las señales, me desvío si no queda otro remedio. Pero aún así, haga lo que haga no puedo evitarlo y al final siempre, siempre me caigo en todos mis muertos.
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