Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

domingo, 15 de febrero de 2015

Agrypnia excitata

Justo ahora que apenas duermo
es cuando más te sueño.
Podría, pero no soltaré mentiras,
suelen ser sueños como cuchillas
que se clavan y me dejan sin aire,
que me duelen o me humillan.
Pero otras veces son sueños de los que abrigan,
que te traen y tú te quedas,
y me curas con saliva palmo a palmo
todas y cada una de mis heridas.


El Lu.








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