Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Las leyes de la gravedad

Estoy aquí para ser traducido
Una bicicleta recorre mis fronteras
Por baches y charcos
El poema se fija en las conjunciones y las preposiciones
En la distancia entre yo y yo
Mi ante-cabe-con-contra
Llueve
Sobre conjunciones y preposiciones
Sobre las relaciones
En la lluvia me alejo de ti
Y en esta distancia, Khavaran
Se va ensanchando
En mi lengua
Cuando todos callan de repente
Nace un policía
En mi lengua detrás de cada bicicleta asustada
Se sientan tres mil palabras muertas
En mi lengua la gente murmura las confesiones
Va vestida de susurros negros
Se le entierra en silencio
Mi lengua es silencio
¿Quién traducirá mi silencio?

¿Cómo voy a cruzar esta frontera?.

 

 

 

Mohsen Emadi.





 

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