Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

martes, 3 de marzo de 2015

Cosas de esta puta vida

Y mira, yo no sé como ha pasado todo esto.
Era pequeña y cerraba mis ojos ancianos
escondida bajo las sábanas,
y guardaba luciérnagas en cajas de cerillas.
Pero al abrirlos ya no era el mismo cuarto,
deduzco que pasó más de un día
y todo era de color rojo sangre
porque muchos niños se me caían.
Después me creció una vida
y al nacer abrió un camino y por él,
oportunista y silencioso,
entró un monstruo que dolía.
Luego los vuelos y los duelos,
besar la lona y ponerme en pie, 
ya con los ojos muy abiertos
para no perderme nada de lo que toca,
que ahora es verte morir.
Mira, de verdad que no lo sé,
supongo que una cosa llevó a la otra,
no sé cómo ha pasado todo esto,
cosas de esta puta vida. 


El Lu.




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