Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

jueves, 22 de enero de 2015

Plañir

La primera vez que vi el mar pensé que ese
debía de ser, sin duda, el resultado
de todas las lágrimas que derramamos.
Pasé el siguiente invierno recolectando las mías
en frasquitos diminutos
y pensando que las risas suelen ser más sonoras,
pero también vuelan muy rápido y no hay recipiente
ni lugar en el que almacenar la alegría.
Por eso será que es tan escasa y casi nunca se acumula.

El Lu.






4 comentarios:

  1. habría que encerrar la risa en globos, pero son igualmente volátiles, susceptibles a pinchazos, explotándonos en la cara. las lágrimas, lamentablemente, se conservan mucho mejor.

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=6slWTye5m9o

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    Respuestas
    1. Con música siempre todo mejor. Y si es buena, más. Besos

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