Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.

miércoles, 24 de junio de 2015

No soy como tú

La vida misma que también pretende engañarme con su reflejo luminoso, rezuma muerte. 

Pero yo no soy como tú... 


El Lu.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario