No supiste, o no quisiste, o no se puede
Lo que leo, lo que veo, lo que creo, lo que digo, lo que siento...
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
Se deja de querer, y es como el ciego que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren.
miércoles, 1 de junio de 2016
Brújula
Cómo puede hallar mi brújula el norte
si todo tu cuerpo está imantado.
Allá donde tú estás
su aguja señala.
Verónica Hermida Longa.
Entradas más recientes
Entradas antiguas
Inicio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)